miércoles, 26 de diciembre de 2012

Tramo de notas sobre carreteras (en construcción)

De Monterrey a Tlaxacala y de Xalapa a Monterrey, Parral, inmediaciones de la Gran Huachichila y Chihuahua, territorio continental.

Las carreteras fueron construidas para cumplir ciertas funciones básicas pero con el paso del tiempo muchas se convirtieron en un fin en sí mismas.
Hay carreteras que cruzan o unen continentes, que sacan al mar y  siguen sus contornos, que borran del mapa sitios sagrados, pueblos y barrios. Hay vías terrestres que hieren selvas o desiertos, de conquista y defensivas, para transportar droga y lavar dinero; la última vez que estuvimos en la sierra Tarahumara los profesores raramuris nos hablaron de un ramal en construcción conocido como "La carretera de la Línea".  No son pocas las carreteras construidas con objetivos políticos como la reconstrucción nacional y reactivar la economía en tiempos de crisis.
También se han levantado ya, principios de autopistas que llevan a otros mundos; por ejemplo, los compañeros camaradas soviéticos construyeron los primeros tramos de carreteras aeroespaciales, aquellos que serán recordados en el futuro como las vías terrestres que nos sacaron a otros soles y sistemas planetarios, porque por ellas transitaron los vehículos automotores y grúas con las primeras naves espaciales y cosmonautas. Existen, en contraparte, grandes carreteras norteamericanas que fueron diseñadas y levantadas con propósitos de defensa aérea, como alternativa secreta de aeropuertos y portaviones destruidos en caso de una guerra total con la URSS o Rusia.
Dicen, algunos montañeses del Noreste, que el fin de las carreteras no es que llegue gente a las comunidades o llevar la modernidad a las mismas sino que los campesinos se vayan de sus lugares de origen: "Hicieron las carreteras para que nos fuéramos de la sierra, para sacarnos"; una idea semejante nos  contó una señora Mayo, en Mochicahui, El Fuerte, Sinaloa. Ella nos dijo que entre su pueblo existía la creencia de que cuando el fin del mundo estuviera cerca aparecería una gran serpiente oscura que se comería a la gente Mayo y la expulsaría de sus tierras: "Esa serpiente ya tiene rato aquí, es la carretera, desde que esa llegó se han matado muchos familiares y amigos en accidentes porque ella se los come; otros, nada más siguieron su camino para otros pueblos y ciudades, nunca más volvieron a sus tierras. Nosotros hemos visto películas y fotos de la carretera desde el aire y ¿Qué forma tiene? Es una serpiente negra".
Parece que algunas carreteras tienen vida propia, independientemente de las poblaciones que unen o comunican en el espacio terrestre; por ejemplo, la carretera que cruza el pueblo de Hualahuises, Nuevo León, está cargada durante el invierno de sonidos estereofónicos que se convierten en cuadrafónicos en caso de lluvia.  A cientos de metros de distancia puedes imaginarte ver pasar los trailers y los autobuses porque el sonido y eco de sus motores y de sus llantas -así como de sus estructuras rompiendo el aire de la noche- inunda y satura la atmósfera.

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