Vivíamos en Hualahuises durante los tiempos indios y, de vez en cuando, ibamos a la Casona de Linares, cuartel general y hogar del fallecido Rolando Guerra González, así como de cantidad de foráneos y nativos linarenses que estudiaban geología o ciencias de la tierra; también, residencia ocasional y base de trabajo para gente de comunidades vecinas que -como nosotros- iba de paso rumbo a la Sierra o el sur de Nuevo León. La Casona era importante por las constelaciones humanas que giraban intermitentemente a su alrededor y por el apoyo material que brindó generosamente por años; siempre hubo allí para el que se arrimara palabras, techo, sustento y cobijo. En ese espacio conocimos al compañero camarada Luis, quien una noche de invierno exclamó: "Les voy a regalar un casete que se que les va a gustar", era una cinta de Johnny Cash en vivo, que incluía la canción "Ring of fire". Añadió: "El amigo que me lo pasó dice -aunque esto no se si sea cierto- que conoce a un sobrino de Johnny Cash que se vino del otro lado sin papeles y vive en Monterrey". Aquella cinta fue para nosotros una revelación de conexiones culturales norteamericanas porque sólo conocíamos la versión de Rueda de Fuego que hizo Mingo Saldívar, (la cual sonó todo un año desde Mier y Noriega hasta ciudad Anáhauc). Pero, además, nunca olvidamos la referencia familiar que acompañaba a la grabación; incluso, en nuestras sesiones de planeación estratégica, varios compañeros decidimos que era importante buscar y contactar al sobrino de Cash, para que nos contará su historia y algunas anécdotas sabrosas de la familia. Se trataba de un caso típico y famoso de mojado reverso que había que documentar, porque los otros que conocíamos sólo eran literarios; nos referimos a los vaqueros que se vienen a trabajar sin papelesa Coahuila, Chihuahua y Sonora en la trilogía de la Frontera de Cormac McCarthy. Sin embargo, la pesquisa siempre fue infructuosa.
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