Desde hace dos o tres años, Altai (que tiene diez) de pronto evoca algunas cosas que hacíamos juntos o pasamos por ciertos lugares y habla de "los viejos tiempos", como si se trataran de recuerdos y espacios de días muy remotos.
Tenemos tantas vivencias acumuladas y perdidas con esta niña que cada año es como un siglo y pasan muy rápidos lentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario