Parientes, astros
María Carrera recuerda que de pequeñas, en el ejido Cerro Prieto de Linares, contaban la riqueza de las personas según la cantidad de abuelos, bisabuelos y tatarabuelos vivos o conocidos. No recuerda niñas pobres y las más afortunadas eran aquella con varios abuelitos o recuerdos muy vivos de sus antepasados.
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