Y luego hay gente que se pregunta por qué no confiamos en la ciencia
Según
descubrimientos recientes de las neurociencias hemos aprendido
(quimosabi) más sobre el cerebro durante los últimos diez años que
durante toda la historia previa de la humanidad.
Por ejemplo, los
hombres y mujeres de ciencia afirman que, al hacer ejercicio, se activan
ciertas neuronas o redes del cerebro; aseguran también que, en
contraparte, el sólo hecho de pensar en alguna actividad física
vigorosa genera reacciones y efectos fisiológicos análogos a la
realización real de dicha actividad. Esto significa que quienes casi no
hacen ejercicio pueden hacer gimnasia mental con sólo pensarlo (haciendo
el gran esfuerzo de pensar, de imaginar).
Así las cosas, nosotros,
los deportistas consumados tenemos una nueva herramienta metodológica
para nuestros entrenamientos de alto rendimiento: penar que hacemos
ejercicio mientras hacemos ejercicio.
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